Desaparecido: memorias de un cautiverio

Desaparecido: memorias de un cautiverio
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Club Atlético, el Banco, el Olimpo, Pozo de Quilmes y ESMA
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Artikel-Nr:
9789876919432
Veröffentl:
2021
Seiten:
199
Autor:
Mario Villani
eBook Typ:
EPUB
eBook Format:
Reflowable
Kopierschutz:
Adobe DRM [Hard-DRM]
Sprache:
Spanisch
Beschreibung:

El físico Mario Villani enseñó en la Universidad de La Plata y trabajó en la Comisión Nacional de Energía Atómica. Tenía treinta y ocho años cuando un grupo armado lo secuestró en noviembre de 1977 en plena ciudad de Buenos Aires. A partir de entonces y hasta agosto de 1981 estuvo desaparecido, trabajando como mano de obra esclava en cinco centros clandestinos de detención y tortura: Club Atlético, Banco, Olimpo, Pozo de Quilmes y ESMA. Durante tres años y ocho meses debió mentir, simular y ocultar sus verdaderos sentimientos mientras reparaba aparatos electrónicos para que no lo mataran. Tras su liberación testimonió ante la CONADEP, en el juicio a las Juntas de 1985, así como en Francia, España e Italia, y en 2010, en los juicios conocidos como ABO (Atlético-Banco-Olimpo) y ESMA. En 2003 se mudó a Miami. Tras años de dar testimonio, creció en él la necesidad de hacer públicas sus memorias del paso por los campos y su dura lucha por la supervivencia. Entre 2008 y 2010 Fernando Reati lo entrevistó en Miami y juntos crearon esta historia a partir de largas horas de charlas grabadas, conversaciones telefónicas y correos electrónicos. El objetivo fue dar forma literaria a su traumática experiencia individual como síntesis de una época, y el resultado es este libro. A mitad de camino entre la memoria, la biografía y el testimonio, este es el relato de su paso por el infierno. Villani se ha preguntado mil veces por qué él sobrevivió y otros no, y en este libro solo alcanza a responder: ¿Por qué hoy estoy vivo? No lo sé, no soy yo quien lo decidió. Con la introspección que solo tres décadas de reflexión pueden otorgar, hoy ofrece sus memorias no como una respuesta, sino como una invitación al debate: No me considero el dueño de la verdad y no le temo a la discusión. De ella podemos aprender todos; la discusión ayuda a que se mantenga viva la memoria.

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