El amparo de los hombres

El amparo de los hombres . Antonio Mira de AmescuaFragmento de la obraJornada primera(Salen Federico y Marn, de soldados muy pobres.)Federico: sta es Gnova!Marn: Por Dios,conforme nuestra pobreza,que ha menester su riqueza,si nos remedia a los dos!Federico: Bellos edificios!Marn: Bellos!Los lienzos de Flandes soncifra, sombra e ilusinsi se comparan con ellos. Pero tenemos de andarviendo casas todo el da,sin buscar una hosteradonde podamos manjar?Volvmonos, si te agradas,a ver si en los bodegonesa trueco de macarronesreciben estas espadas,pues no nos sirven de msque de traerlas liadas,que aqu se rie a puadas. Federico: Hambriento y prolijo ests. No causa extraa alegradespus de varias tristezas,las infinitas grandezasde esta noble seora,ver tan hermosas pinturasen las casas, el Senado,que a Roma atrs ha dejado,heredando sus venturas?VerMarn: El verte con dineros,Federico, es mi deseo;que ya de hambre no veo,y mi cuenta es todos ceros. Cuando contigo salde la Pulla a ser soldado,no pens verme quebradocomo me veo por ti. Servimos al de Pescarasobre el Parque de Pava;y con papeles te envay sin blanca

El amparo de los hombres es una comedia destinada a exaltar la devoción mariana. Esta obra de Antonio Mira de Amescua escenifica una leyenda piadosa que ya en el siglo XIII recoge Cesáreo de Heisterbach entre sus narraciones milagrosas.Federico es un soldado napolitano que ha combatido valientemente en la batalla de Pavía, al lado del Emperador. Sin embargo, a su llegada a Génova, se encuentra desamparado, pobre y sin amigos. Para ganar su sustento entra al servicio de un rico caballero, Carlos, jugador y disoluto, pero gran devoto de la Virgen María.Al principio, Federico desempeña de buen grado el oficio de criado. Más tarde su situación se le hace insoportable y humillante cuando conoce a Julia, la prometida de su señor, y se enamora perdidamente de ella. En estas circunstancias aparece ante él el demonio y le ofrece riquezas para poder ganar a Julia. Al mismo tiempo, le promete arruinar a su rival.Hacia el final de esta obra el diablo se declara incapaz de complacerle, pues Carlos cuenta con la especial protección de la Virgen María.