La verdad en el infierno

El temor no es saber que vendrá; el miedo es por el desafío. Esperan su llegada y aunque pocos saben que acecha, su poder es porque nadie en verdad, cree que existe.
Máscaras desgarradoras; una vida cotidiana, insensible a las verdades humanas y entretanto, los misterios del bien y el mal son explorados. Una profecía tan terrible, que alguien busca prevenir un escudo; pero ese afán desata fuerzas incontrolables, porque el ángel humillado existe y piensa.

¿Quién puede juzgar al hombre, sus causas e instituciones, para decir qué es la verdad?

Un humilde obrero, con obsesión lindante al fanatismo, tuvo certeza que la verdad en su vida sería forjar a su hijo en ministro de la iglesia. El destino marca en él, rutas de un poder inconcebible; enredado por su malentendida lectura de la Biblia, cree verdad que Dios le señala una gran misión, e imprudente, hace que su pueblo tome la justicia.

Contaminado de paradigmas moralistas, el hijo del obrero, un inmejorable periodista, no permite liberar su espíritu hacia la felicidad con el amor de la mujer ideal; si no fuese señalada como impura; pero esa, es su verdad.

La alegre doncella descansa en su alcoba, ajena a la maldad que el demonio inspiró desde la infancia, a su cruel hermanastro. El abrupto despertar, una terrible verdad jamás imaginada, que con toda crudeza le hace constatar que los seres que más amó, son quienes arrojan sal a sus heridas.

¿Quién se atreve a buscar la verdad en el Infierno?